sábado, 26 de diciembre de 2009

La recia mente aragonesa del agente Rafael Estévez

Fue una media hora después de entrar en la vivienda, al abrir la puerta del dormitorio para proceder a limpiarlo, cuando encontró al fallecido señor Reigosa amordazado y atado al cabecero de su cama. En ese momento, usted, María de Castro, salió de la casa para pedir auxilio. ¿Fue así?
-¿Fue así? volvió a preguntar el agente Estévez
La mujer le miró en silencio
-Que si fue así, como sucedió.
-Más o menos, contestó María de Castro.
-¿Más o menos qué?, ¿sucedió o no sucedió como le estoy diciendo, se empeñó Estévez, cada vez más impaciente.
-pudo ser aproximadamente como dice usted, dijo al fin María de Castro.
-¿cómo que pudo ser aproximadamente? Esta es su declaración ¿es usted María de Castro Raposo, vecina de Vigo, viuda?
-Fue. Fue. Más o menos fue como usted pone ahí, dijo María.
-Pues dígalo de una maldita vez, es lo único que le estoy pidiendo.
La mujer se encogió de hombros

1 comentario:

Chema dijo...

Genial este diálogo. A los aragoneses os va a gustar el personaje. La segunda novela, La playa de los ahogados, es todavía mucho mejor