lunes, 12 de abril de 2010

Espacio vital...en el súper y en el Bernabéu

El otro día estaba yo pensando en mis cosas. Una de ellas, la necesidad de espacio vital que todos tenemos. Me vino el pensamiento una hora antes de que empezara, no un partido de futbol, sino el partido de fútbol. Es decir, a las 21 horas. ¿Qué partido? Real Madrid-Barca. ¿Dónde? En la fila del súper. ¿Motivo? Un batiburrillo entre tomates, gradas, planos y luces. Les cuento.

Una señora intentaba colocar sus galletitas encima de mis tomates, hasta que le lancé una mirada fulgurante y optó por volver a dejarlos en su carro hasta que le tocara el turno. E incluso casi le di un codazo cuando procedí a firmar el ticket de la cuenta. Y cuenta me di, al instante, de que me estaba invadiendo mi espacio vital y pensé en este país paralizado por un partido de fútbol donde se juegan muchos egos. Y sobre todo, en como estaría ese pedazo de estadio del Bernabéu: ¡¡¡ esos cinco gigantes pisos de gradas atestadas, llenas de gente poseídas por el griterío de la histeria!!!. Terminó el partido y una peculiar cámara cenital mostraba cada dos segundos el campo verde en dos tonos y las gradas vacías. Eso sí que era espacio vital. Bueno, vital no mucho porque aquello estaba más que aburrido…sin balones sin pelotas sin pitidos sin jueces de línea sin entrenadores sin jugadores poniendo caras de dolor sin escupitajos sin madridistas sin cules. Bueno, tampoco estaba Valdano.

Aunque lo que más me ha sorprendido es saber que el ministro argentino de educación ha recomendado a las escuelas del país que los alumnos de primaria y grado medio vean los partidos de fútbol del mundial de Suráfrica en la escuela. Son geniales los argentinos. ¿Pedagogía, pasión popular o… dan por hecho que las aulas se quedarán vacías los días que juegue Argentina? Eso sí que sería espacio vital.

martes, 6 de abril de 2010

Juan Alberto Belloch está en la calle


Durante un tiempo viví en Recoleta, barrio muy coqueto de Buenos Aires. (BsAs,  Capital federal). A los numerosos taxistas que conocí les decía para llegar a casa:"lléveme por Callao a Guido 1900 entrando por Ayacucho". Era importante que ellos supieran que yo sabía.....dónde estaba o dónde iba (al menos hacía que sabía aunque tuve más de un susto). Durante meses, las calles  Guido, Ayacucho, Callao, Alvear, Santa Fe, Corrientes o Figueroa fueron mi casa argentina y revolotearon sin cesar en mi mente. No significaban nada pero ahí estaban...en mi memoria y sobre todo en mi retina.

Hace poco pasé por Mora de Rubielos, un bello pueblo anclado en la comarca de Gúdar Javalambre (Teruel, no Castellón) a los pies de la estación de esquí de Valdelinares, y con carteles de Adidas y outlet de ropa deportiva en cada esquina. Y, precisamente, en una de las esquinas de Mora de Rubielos figura la calle que muestra la imagen. La "calle Juan Alberto Belloch", ante la que los turistas se paran sorprendidos. Juan Alberto fue bi ministro en la era final del felipismo y ahorita es y sigue de alcalde de la noble e inmortal ciudad de Zaragoza. La calle de Belloch  tampoco significa nada, salvo que su nacimiento e inmediata marcha de esta villa fue lo que le permitió re-presentarse como candidato y volver al ruedo político. Al  ruedo aragonés.   

lunes, 5 de abril de 2010

¿Cobrará la SGAE su toque de tambor?

Si Buñuel levantara la cabeza...
Para quien no lo sepa, el cineasta Luis Buñuel nació y vivió en Calanda, provincia de Teruel. Dio fama internacional al toque de tambores y bombos de esta localidad, cuna del surrealismo. Cada Viernes Santo,  tambores y bombos retumban y redoblan ante la doble mirada de miles de curiosos.  A las 12 en punto...todos a la vez: porrónponponpotorróponpon. De todos es sabido que la ministra de cultura, Ángeles González Sinde, “rompió la hora” en Calanda (Teruel) este pasado viernes santo. ¿Quién tiene los derechos de autor?¿Le cobrará la SGA su toque de tambor?...(to be continued)